Especial ¡Asco de Cine! Vol.2: Super Mario Bros.

Trasladar ciertos videojuegos al cine de imagen real puede ser... complicado. Tanto que, a veces, es mejor olvidarse del asunto y dejar que la idea muera. Pero de vez en cuando, en Hollywood, desafiando cualquier lógica o sentido común, una de esas ideas esquiva todo filtro concebible y es aprovechada por algun guionista iluminado que, en un fatídico momento de inspiración, exclama esas dos terribles palabras: "¡Podría funcionar!"

Nunca funciona. Y menos si tu idea es mezclar fontaneros saltarines con cyberpunky dimensiones paralelas. Eso no es buena idea en ninguna dimensión paralela.

IT'S PLUMBING TIME

La historia empieza con una narración que, animada con un pixel-art salido del infierno, nos traslada a hace 65 millones de años, cuando los dinosaurios campaban a sus anchas por la Tierra. Entonces un meteorito cayó en el actual Brooklyn y se extinguieron. ¿O no? Pues no. Resulta que el impacto del meteorito creó una dimensión paralela (porque YO QUE SÉ) en la que los reptiles siguieron evolucionando hasta convertirse en seres humanoides tan inteligentes como nosotros, aunque en la película no hay muchos personajes que den indicios de esa capacidad mental. 

Avancemos en el tiempo, al Brooklyn de hace 20 años. Una chica muy mona y con pinta de ir con prisas deja abandonado ante una iglesia un huevo enorme y una piedra de aspecto importante. Luego se mete por una cueva en las cloacas, en las que un señor de aspecto importante llamado Koopa (Dennis Hopper en el peor papel de su carrera... y la de mucha otra gente) la asusta y provoca un derrumbamiento. Mientras, en la iglesia, el huevo se abre y sale de él un bebé, aunque las tres monjas que lo recogen no parecen especialmente sorprendidas por ello.

O Dios anda metido en beta-testing o aquí pasa algo raro.

Un último salto temporal, ahora sí, al Brooklyn actual (o al de 1993). Luigi Mario (John Leguizamo sin bigote) pasa el rato viendo la versión neoyorquina de Cuarto Milenio mientras su escéptico hermano, Mario Mario (Bob Hoskins con bigote), le mete prisa para atender un nuevo encargo de fontanería. Si os preguntáis por qué estos dos hermanos se parecen entre ellos como un huevo a una castaña es porque, en realidad, Luigi es adoptado. Creo. No se, esa parte no la dejan muy clara. EN FIN, que cogen la furgoneta y se encaminan al trabajo, no sin antes introducirnos al principal rasgo de Luigi como personaje: que a veces hace cosas sin pensar porque "algo le dice que las haga". En ésta ocasión ataja por un callejón, cosa que está muy bien, pero no les he visto pararse a recoger los cubos de basura que han arrollado por el camino. Y encima llegan tarde. Cabrones incívicos.

No muy lejos de ahí una chica llamada Daisy (Samantha Mathis) tiene problemas para financiar una exacavación paleontológica porque un mafioso quiere montar ahí un edificio. Y cosas del destino, ahí es cuando de casualidad conoce a Luigi, que queda prendado de la chica y la invita a cenar mientras Mario le ayuda poniendo cara de pervertido.

"Luego podemos ir a mi piso, pero mi hermano querrá mirar."

 Tras la cena de parejas con la novia de Mario (que no es Peach sino Angelica)  entran en escena Spike (Richard Edson) e Iggy (Fisher Stevens), la clásica pareja de secuaces ineptos. Al parecer su misión es capturar a la "princesa Daisy", a la que confunden con Angelica porque no pueden distinguir un humano de otro, pese a tener ellos una pinta tan humana como los demás. Que digo yo que si el futuro de tu imperio maligno depende de distinguir una cara de otra no mandes a dos imbéciles con prosopagnosia, pero oye, que sabré yo que sólo tengo un blog. La cuestión es que Mario, Luigi y Daisy les persiguen a las cloacas donde, además de capturar también a Daisy (por si acaso) atraviesan un portal a otra dimensión. Por supuesto nuestros héroes, que se han quedado la misteriosa piedra de Daisy, les siguen, y aparecen en... ¿El Reino Champiñón? No exactamente...

Ésta versión de los chinos del Los Ángeles de Blade Runner es Koopa City, la única ciudad que queda en la Tierra por culpa del nefasto liderazgo de Koopa tras su golpe de estado hace veinte años, cuando derrocó al legítimo rey, el padre de Daisy. Luego, mediante una máquina, le "des-evolucionó" hasta convertirlo en una especie de hongo pensante que se ha expandido por toda la ciudad contaminando el aire para molestar a Koopa. Cosa que me parecería muy bien si en el proceso no estuviera también amargando la vida a los inocentes ciudadanos, pero oye, ellos no son los protagonistas, así que que les peten.

Aún confundidos, los hermanos Mario se encuentran con un punky llamado Toad (sí, ese Toad), son atracados por una vieja, y una corpulenta mujer les roba la piedra de Daisy. Además, son arrestados porque Koopa se ha enterado de que dos fontaneros tienen la piedra (aunque ya no la tienen, así que bravo por ellos). Aquí es cuando llega mi escena favorita de la película, que no tengo más remedio que enlazaros. Son tres minutos, pero creedme, vale la pena.

Es que lo tiene todo. La ciencia errónea, los chistes malos (ese "See you later alligator"), el malo explicando su plan maléfico perfectamente consciente de que es maléfico y, sobretodo, los Goombas. Oh Dios mio, esos Goombas. Esa cabeza desproporcionadamente pequeña, esos ojos de entre demente y retrasado. Ya sólo por eso la película merecería un artículo entero. Lo más triste de todo es que los Goombas, que son de los únicos enemigos en Super Mario Bros sin aspecto reptiliano, son aquí el único enemigo de aspecto reptiliano. Así son las cosas en Asco de Cine. 

En fin, hay una pelea y Mario y Luigi escapan. Entonces Daisy, prisionera junto a Yoshi el velocirraptor, recibe una visita de Koopa, quien le revela que es la princesa del reino y que sólo ella y su piedra (procedente del meteorito) puede volver a unir las dimensiones para que así el malvado villano invada la dimensión mamífera. Además se la intenta pinchar, pero Daisy le hace la cobra, así que nada, al calabozo con ella.

Aquí parecen muy colegas. Pero ella es una perra.

En esas que, vagando por el desierto, los hermanos Mario se encuentran a Iggy y Spike, que de pronto son buenos y les ayudan a recuperar la piedra de las manos de la corpulenta mujer a la que Mario seduce (recordemos que tiene novia) para luego abandonarla mientras ella sola retrasa a las fuerzas policiales. ¡Vaya, grácias, héroe! Por cierto, por el camino la novia loca de Koopa (Fiona Shaw) les ha robado la piedra. OTRA VEZ. Dicha novia loca, muerta de celos, intenta asesinar a Daisy, pero Yoshi, el único ser decente de la película, la salva y Daisy huye dejando tirado a Yoshi para que la loca le apuñale a él en vez de a ella. Pues serás vegetariana pero a mi me pareces un poco hija de perra.

Pero esperad, tamaña traición se hace más indignante aún cuando, en la huida, un Goomba al que le ha cogido cariño es atacado accidentalmente por sus compañeros con un lanzallamas. "Oh, espera, deja que vaya a buscar un extintor y salve a éste enemigo de mi especie porque antes me ha traido un puto plato de verduras". ¿¡PERO A YOSHI QUE LE PETEN, NO?!

¡Ejem! Perdón, me sulfuro. Mientras Daisy habla con el enorme hongo marrón pensante que es su padre, Mario y Luigi se han hecho con unos uniformes del color que tocan y unos zapatos potenciadores de salto, así que estan preparados para rescatar a sus novias, cosa que hacen, no sin antes tener un embarazoso momento de baile Goomba en un ascensor del que aún no entiendo el propósito. Pero oye, ¿hay que llenar minutos de cosas tontas? Pues se llenan.
Ya juntos fuera, un furioso Koopa les persigue mientras su novia loca intenta fusionar las dimensiones, aunque muere en el proceso porque no es la princesa Daisy, que es la única que puede hacerlo PORQUE YO QUE SÉ. Así que tanto Mario como Koopa aparecen en el Brooklyn actual, que empieza a cambiar de forma muy, MUY desafortunada. Koopa dispara a Mario con su rayo des-evolucionador, pero él utiliza una seta de escudo (porque el hongo pensante se la ha dado, YO QUE SÉ) y en la dimensión reptil Luigi y Daisy les hacen volver. Ahí Luigi y Mario (y un Bobomb que pasaba por ahí) disparan a Koopa con el des-evolucionador, y éste se convierte en un enorme dinosaurio.

THIS IS MY FINAL FORM

Que dices "igual ha sido una mala idea, un dinosaurio da más miedo que Dennis Hopper". Pero en realidad no pasa nada, porque le siguen disparando hasta que se convierte en un moco verde. Y nada, a rey muerto rey puesto, el enorme hongo pensante se convierte en humano (porque YO QUE SÉ) y Luigi y Mario se despiden de Daisy con la promesa de que se volverán a ver. Fin.

...¿O tal vez no?

¡Sorpresa! ¡Tres semanas más tarde Daisy aprece de un portal en casa de Mario en plan Sarah Connor! ¡Nos vemos en la secuela, amigos!
Pero no hubo ni habrá una secuela. Jamás.

JAMÁS.

Las curiosidades

-Ésta és la primera película que Hollywood hizo de un viedojuego, pero fue un fracaso tanto comercial como de crítica . Sin embargo, al poco la seguirían las igualmente malas Double Dragon y Street Fighter, de la que ya hablamos en su momento.

-Entre los actores que se negaron a participar en tal basura pese a recibir ofertas para hacerlo se encuentran Danny DeVito y Tom Hanks para interpretar a Mario, y Arnold Schwazenegger o Michael Keaton para interpretar a Bowser.

-Bob Hoskins, John Leguizamo y Dennis Hopper (Mario, Luigi y Koopa) consideran esta pelícua el peor momento de su carrera. Se dice incluso que Hoskins y Leguizamo estaban tan seguros de su fracaso y lo pasaron tan mal en el rodaje que a menudo se emborrachaban para soportarlo.

-En una entrevista a la revista Edge en 2007 se le preguntó a Shigeru Miyamoto lo que opinaba de la película, que por cierto está producida por un estudio propiedad de Disney. Su respuesta fue que fracasó porque "intentó acercarse demasiado al videojuego sin preocuparse por ser una buena película". No estoy seguro de cómo se acerca ésto en absoluto al videojuego. Es posible que Miyamoto se confundiera con la película de animación de Mario, y espero que así sea.

-¿Conocéis el meme "Guile theme goes with everything"? Pues nació gracias a esta película.

Y hasta aquí nuestro segundo especial ¡Asco de Cine!, un poco más largo de lo habitual, pero es que incluso así tengo que dejar ideas en el tintero, porque cosas como esta merecen que se escriba un libro sobre ellas. Nos vemos pronto con otro artículo, queridos ascomaníacos. ¡Hasta entonces, pasaros a saludar por Twitter o Facebook y que no os coman los dinosaurios!