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19 abr 2012

Dildo Tank (PC, 2009)

El mundo del desarrollo independiente es algo maravilloso y aterrador a la vez. De él han salido cosas tan fantásticas como Cave Story, Super Meat Boy o Frozen Synapse. Pero no todos los juegos tienen el honor de estar entre los grandes: bajo los brillantes habrá aquellos que se habrán quedado a medio camino, o los que simplemente son malos. Y luego hay los que van más allá, que no es que hayan salido mal: es que se hicieron, directamente, con mala leche. Un ejemplo de ésta tercera categoría es el clásico de éste blog EnviroBear 2000: Operation Hibernation, o tal vez CrazyBus (porque no tengo todavía clara la intencionalidad de ese producto). Hoy presento un nuevo exponente de estos abortos del indie, uno que incluso va más allá: Dildo Tank. Sí, es exactamente lo que parece por el nombre. Y es uno de los videojuegos más intencionadamente enfermos, malos y ofensivos que he probado.

get into teh dildotank
Un ejército de mujeres desnudas sin cabeza ni brazos pretende acabar con la raza humana. Son poderosas e indestructibles, excepto por un único punto débil: su vagina. Tu misión será, como piloto del Dildo Tank, disparar dildos (es decir, lo que sería un consolador de toda la vida) en dicho orificio para acabar con tan aterradora amenaza . Esa es la historia de Dildo Tank, y no es algo que yo haya sacado de contexto basándome en lo visto en el juego: ¡Es que el juego tiene historia! Eso sí, tan enferma como su idea general y explicada a través de diálogos entre misiones plagados de faltas de ortografía y errores gramaticales. Incluso hay un par de giros argumentales, como la traición de tus superiores, aunque en realidad nada de eso influye jamás en la mecánica del juego en sí.

Y hablando del juego, en general es bastante simple, como podéis imaginar viendo las capturas de pantalla. Mueves tu tanque por el suelo mientras el escenario se desplaza hacia la derecha y van apareciendo las mujeres, a las que tienes que disparar en la vagina. Es más complicado de lo que parece, pues las susodichas no se quedarán quietas y se requiere un mínimo de precisión. Por supuesto, cada nivel aumenta un poco la dificultad, y aunque al principio resulta relativamente sencillo, a la que se juntan dos o tres mujeres a la vez se convierte en un agobiante caos de pies, consoladores y saltos desesperados para evitar los cada vez más numeroso obstáculos esparcidos por el nivel (pinchos, agujeros, pies gigantes, etc). Hay por ejemplo una fase en la que te ves obligado a subir a los pies en movimiento de las mujeres para atravesar un campo de pinchos mientras, a su vez, les disparas e intentas esquivar sus pisotones.
También hay jefes, por raro que suene. Mujeres con zapatos puntiagudos, mujeres con sierras en los pies, mujeres que disparan por la vagina.... Todo resulta de lo más surrealista y desconcertante.

No hace falta que hable mucho de los gráficos porque lo que veis es lo que hay: Paint. Ese... bulto fálico gris de abajo es tu fiel "tanque", y cualquier cosa que no sea el suelo o el sencillo fondo lila es un obstáculo a evitar o un enemigo a destruir. Si os habéis fijado, en el menú aparecen dos opciones de juego: normal y censurada (o "cesnsored"), que pixela un poco las vaginas. Yo lo pongo censurado, que ya me llegan suficientes visitas de gente que busca porno. No les pienso dar esa satisfacción. Eso sí, sorprende el apartado musical: teniendo en cuenta la calidad general, que se hayan esforzado en crear algunas melodías medianamente pegadizas es, cuanto menos, curioso. La del menú principal incluso cuenta con voces que van coreando "¡DILDO TANK! ¡DILDO TANK!", aunque no con resultados especialmente harmoniosos.

¿¡Quién ha sido?!
El juego nació en los foros de The Independent Game Source de la mano del usuario Jazzuo, que tras comentar la idea y obtener la ayuda de Amon26 (quien, según los créditos, se encargó de la música, el sonido y los "bonitos dibujos de vaginas") realizó una versión demo (Dildo Tank: the first squirt) y más tarde la completó en la versión analizada, Dildo Tank: full blown. A ver, a todos nos han venido alguna que otra vez a la cabeza ideas horribles. Pero te ríes un rato y luego hablas de otra cosa. Estos dos individuos la convirtieron en videojuego, y sin cobrar por ello. Aunque viendo el historial de juegos creados por el tal Jazzuo, a uno le cuesta sorprenderse.

Me gustaría poder ofreceros un vídeo de gameplay, pero YouTube los borra a la primera oportunidad, por motivos que supongo son bastante evidentes. Así que haré algo mejor: os ofreceré el enlace directo al juego, para que lo podáis odiar tanto como yo: Podéis descargarlo aquí. Sí, se cayó el enlace oficial así que me he tomado la molestia de subir el juego a Mega. Suerte que tenéis al tito Guifo, ¿eh?

Uno de los juegos más asquerosos que he tenido la desgracia de probar. Tengo que reconocerlo: tiene mérito conseguir hacer algo tan repugnante, ofensivo, feo e irritante. Citando a un conocido mío, es como una paloma muerta: Asqueroso, pero por alguna razón no dejas de mirar. Como todo lo que hay en éste blog, en realidad. En fin, por hoy lo dejamos aquí, ya me siento sucio. ¡Hasta la próxima, Ascomaníacos!

26 ene 2012

EnviroBear 2000: Operation Hibernation (PC/iOS, 2009)

¿Me echabais de menos? Yo también, la verdad. Sigo hasta el cuello de trabajo, pero eso no me impide sacar un rato para traeros un pequeño análisis de un pequeño y horrible juego que, sin embargo, me fascinó nada más me lo mostraron (un saludo a Lidia y Pere). Se trata del impensable EnviroBear 2000: Operation Hibernation, desarrolado por el independiente Justin Smith. Y es tan, tan terrible que resulta hasta brillante (y, de hecho, esa era la intención de su autor).

Se acerca el invierno... y tú sin refugio.
EnviroBear 2000: Operation Hibernation (al que llamaremos EnviroBear a partir de ahora para acabar antes del verano) es un juego indie especialmente malo pero cuyo principal mérito es la innovación: Porque juegos en los que eres un oso hay pocos. Pero es que en este encima eres un oso que conduce. Atrévete a decirme que esa idea la podrías haber tenido tú. No, no podrías, porque tú no te drogas. No tanto, por lo menos.
La premisa de EnviroBear es muy simple: Eres un oso, y quedan 5 minutos (no 4, ni 6, sino 5) para que comience el invierno. Pero como además de ser un oso eres un vago, no te has molestado en encontrar un refugio para hibernar hasta el último momento , y claro, ahora todo son prisas. Suerte que eres un oso que sabe conducir... más o menos. Con tu coche, que seguramente habrás robado a alguna familia de excursionistas, debes alimentarte y dirigirte a alguna cueva antes de que se acabe el tiempo. No están muy lejos, 200 metros como mucho... Parece fácil. Pero recuerda que eres un oso.
Y sí, eso que ves a la izquierda es el aspecto que tiene el juego. No me digas que no te parece gracioso.

Lo digo ya de entrada: Este juego tiene los controles más exasperantes que he podido experimentar en mucho, mucho tiempo, y eso lo dice alguien que tiene como hobby analizar cosas como Superman 64. Para empezar, solo tienes control sobre una zarpa, que además no posee la misma flexibilidad que una mano humana. Así que vas a tener que ir alternando entre el pedal del acelerador, el volante y el freno en todo momento. Si le añades que estás en un bosque lleno de rocas, árboles, estanques, abejas y mapaches locos que se cuelan en el coche y te hacen la vida imposible te puedes imaginar que los 200 metros del trayecto pueden convertirse en una auténtica pesadilla. Ah, y también hay otros coches. Supongo que de los otros osos.

Una cosa voy a decir muy a favor del juego: el nivel de interactividad es sorprendente. Si te metes en un estanque el coche se llenará de agua y peces, que te puedes comer. Si chocas contra un árbol, te caerán piñas y hojas encima. Un consejo para profesionales: Si os chocáis contra algunas rocas y se os mete alguna en el coche, cogedla y ponedla sobre el pedal del acelerador, os facilitará un poco la faena. Y todo eso lo puedes arrojar por la ventanilla, incluso el reloj que calcula el tiempo que te queda.

Y bueno, EnviroBear no tiene mucho más, la verdad. El tal Justin Smith se propuso hacer un juego cortísimo, irritante, complicado, feo, y extremadamente absurdo. Y lo consiguió. Pero anda que no me he reído con él.

Hasta aquí este pequeño análisis de esta pequeña pero adorable mierda. Por si queréis experimentar la broma vosotros mismos, el juego cuesta un dolar en la AppStore, o lo podéis descargar gratis de aquí. Probadlo, os vais a divertir.

Eso es todo por ahora, Ascomaníacos. A partir de febrero ¡Asco de Juego! retomará su actividad normal. Aguantad, que ya queda poco, y los ñardos valdrán la pena. ¡Un saludo!